domingo, 13 de noviembre de 2011


La educación contra el machismo

  • María José Díaz-Aguado presenta un estudio que demuestra que el trabajo educativo disminuye el riesgo de ser maltratador.
  • El Centro Niemeyer acoge hasta el sábado unas jornadas de igualdad.
«El trabajo educativo que se está haciendo en las escuelas españolas contra la violencia género disminuye el riesgo de que los chicos adolescentes sean maltratadores». Es una de las conclusiones más importantes del estudio que presentó ayer la catedrática de Psicología de la Educación y directora de la Unidad de Psicología de la Universidad Complutense, María José Díaz-Aguado, durante el congreso sobre 'Igualdad de género y educación' que se celebra en el Centro Niemeyer hasta el sábado.
La conferencia, titulada 'Violencia de género entre adolescentes', sirvió para presentar el estudio, elaborado en colaboración con la Delegación de Gobierno de Violencia de Género, y que fue realizado con 11.000 alumnos desde 3º de ESO hasta la educación Secundaria postobligatoria (Bachillerato, Grado Medio y Superior y Formación Profesional). Según indicó Díaz-Aguado, ese trabajo escolar «disminuye el hecho de ser víctima».
La docente recalcó que el estudio refleja que la educación escolar «está llegando al 41% de la población adolescente» y, desde su punto de vista, «dado el carácter eficaz tiene que llegar a toda la población». En ese sentido, recalcó que «hay que tomar medidas para que este antídoto lle
gue a los estudiantes antes de que terminen la Secundaria», para contribuir a terminar con la violencia de género.
Otro de los resultados que arroja este estudio es sobre las principales variables de riesgo. «Como ya se esperaba, es el machismo», indica Díaz-Aguado. En ese sentido, comentó que «hay seis variables que indican machismo», que incrementan el riesgo de maltratar en los chicos: «justificar la violencia de género y el modelo de dominio-sumisión en el que se basa; el sexismo y la violencia como forma de resolver los problemas; haber escuchado consejos a adultos de referencia sobre la conveniencia de utilizar la violencia; consejos sobre la conveniencia de que el hombre sea superior en la pareja, y no haber escuchado otras alternativas a la violencia o que fomenten la igualdad».
Además, «los chicos que maltratan tienen más dificultad para reconocer que el abuso emocional es y se identifican con la dureza emocional, que los hombres no deben llorar y que si se pide ayuda los demás pueden pensar que se es débil, que la expresión emocional de ternura puede ser identificada como debilidad».
Respecto a los datos de casos de violencia de género en adolescentes, explicó que el 76% de las adolescentes que participaron en el estudio «tienen una buena protección contra la violencia de género», puesto que rechazan cualquier tipo de violencia y el sexismo. «Aún así, la protección absoluta no existe», recordó la docente.
El segundo grupo es del 18%. «Ellas rechazan la violencia de género pero no tanto el sexismo o la violencia como reacción a una situación». Y el 1% de las jóvenes de este grupo «justifican la violencia de género», además de reconocer que el carácter agresivo «es más atractivo» para los jóvenes de su edad.
«Las conductas de violencia de género se concentran en el tercer grupo, un 5% de las chicas que participaron en el estudio, que sin embargo no justifican más la violencia machista pero sí el sexismo». En este grupo, el 21% reconoce «que su novio o su expareja ha intentado controlarlas decidiendo hasta el más mínimo detalle», el 17% las ha ridiculizado, un 3,4% reconoció que su pareja o su expareja le ha pegado y un 6,6% admitió haber recibido mensajes insultantes o amenazantes. Díaz-Aguado indicó el «avance en la mentalidad, puesto que sólo un 1,3% justifica la violencia de género al intentar dejar a su pareja, y el 5,8% justifica que no se realice ninguna denuncia por el bien de los hijos».
En el caso de los chicos del estudio, el 64% no rechaza la violencia machista y el sexismo, el 32% sólo justifica el sexismo y otros tipos de violencia en algunos casos y sólo el 3,21% de los jóvenes admite haber agredido con frecuencia a su pareja. En este grupo, el 10% de los jóvenes culpa a las víctimas de la violencia machista, y uno de cada cinco jóvenes considera oportuno «que se pegue a su pareja cuando intenta dejarle».
http://www.elcomercio.es/v/20111111/aviles/educacion-contra-machismo-20111111.html

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